LA ROPA DEL PEQUEÑO JEREMÍAS LANDAURY.
Actualizado: 16 de sep de 2018

Jeremías Landaury era un niño muy afortunado y suertudo; su mamá lo amaba y su padre putativo lo adoraba.
Jeremías, además de ser cariñoso y amable, era un niño que gozaba de muy buena salud y gran fortaleza, lo que, añadido a su apetito devorador y a la elevada altura de los hombres de su estirpe, le hacían CRECER con gran facilidad y rapidez.
Obviamente, para su madre, de nombre Kamay, estos CAMBIOS eran transparentes, pues, en el día a día de los hijos, esta EVOLUCIÓN no es perceptible.
Kamay era una madre también muy generosa, que no escatimaba medios en satisfacer las necesidades de Jeremías; por ello, aquel invierno, invirtió una considerable cantidad de dinero en ropa para su hijo, ropa que, cuando llegó la primavera, Kamay guardó en sus armarios cuidadosamente aseada y perfectamente doblada.
Pero el invierno pasó y, al llegar el frío otoñal, Kamay se dispuso a recuperar la ropa de invierno de Jeremías, llevándose una desagradable sorpresa: TODO LE QUEDABA PEQUEÑO.
Kamay no fue consciente del CAMBIO ni de la EVOLUCIÓN del CRECIMIENTO de su hijo, e hizo una gran inversión previa, basándose en unos referentes que estaban en continuo cambio.
¿Te identificas con Kamay?
¿El mercado está CAMBIANDO, EVOLUCIONANDO, CRECIENDO, y tus CAPTACIONES “se te han quedado pequeñas”?
Estás a punto de tener alternativas…