EL CABALLO Y EL ASNO.

Un hombre tenía un Caballo y un Asno.
Un día, ambos animales iban de camino a la ciudad, sin embargo, el asno, se sintió muy cansado, y le dijo al caballo:
“Por favor, toma una parte de mi carga si te interesa mi vida”.
El caballo haciéndose el sordo, no dijo nada, y el asno ya muy cansado, cayó de imprevisto y murió.
El dueño, viendo muerto a su asno, echó toda la carga sobre el caballo, incluso la piel del asno.
El caballo, suspirando se dijo: "Qué mala suerte tengo. ¡Por no haber ayudado cargar un ligero fardo, ahora tengo que cargar con todo, incluso con la piel del asno”.
MORALEJA: Cada vez que no damos la mano para ayudar a nuestro prójimo que honestamente nos lo está pidiendo, sin que lo notemos en ese momento, en realidad nos estamos perjudicando a nosotros mismos.
El verdadero éxito se alcanza cuando se trabaja en equipo, ayudándose mutuamente y sirviéndose unos a otros - incondicionalmente.